Un lugar llamado nada

Un lugar llamado nada

Octubre 2021


El 14 de marzo 2020 el estado de alarma fue declarado en España a causa de la pandemia del Covid 19. 

El paisaje cambió: las ciudades estaban vacías, y las calles, los lugares de trabajo, las escaleras del tren… No había nadie en los bancos del parque, ni niños en los columpios. Solo silencio, día y noche, un día y otro, una semana y otra.  

Un silencio obligatorio y diferente según el lugar, según el día. Un silencio que me ayudó a reencontrar la capacidad de observar lentamente mientras me encontraba un laberinto de incertidumbres, un laberinto que, como decía Gilles Deleuze “era múltiple porque tenía muchos pliegues, porque estaba doblado de muchas maneras”

Comencé a pensar en un trabajo sobre el silencio, pero ¿cómo representarlo? La noche me ayudó. Las luces de las casas de los vecinos eran  una coreografía que marcaba la vida interior, como un código morse mudo y luminoso que me permitió traducir las palabras que me repetía a menudo en esos días: nunca, nada, nadie, no, sin, y ellas compusieron la serie ‘Un lugar llamado nada'